Prueba este exquisito desayuno. Pela un mango,
un plátano, una manzana o una pera, un melocotón o unas ciruelas. Añade una
cucharada de polen y canela, si
quieres. Mételo todo en la batidora hasta que se forme una crema bien fina. Tómala
despacio, saboreando cada cucharada... ¡disfruta!
Puedes variar las frutas
según la temporada y ensayar diferentes condimentos (vainilla, rosa mosqueta, maca,
cúrcuma...).
¿Por qué es bueno este desayuno?
- Primero, por la enorme cantidad de nutrientes que tiene: muchas vitaminas y minerales de las frutas frescas, que son regeneradoras y antioxidantes.
- Aporta muchas enzimas y esto beneficia la digestión y el metabolismo del cuerpo.
- Aporta mucha agua y fibra, te hidrata y es estupendo para el tránsito intestinal.
- Tiene un sabor delicioso, dulce sin azúcares añadidos. La fruta ya aporta muchos azúcares naturales, pero al estar mezclados con el agua y la fibra no tienen el efecto yo-yo del azúcar refinado.
- Da mucha energía con un mínimo gasto digestivo, ya que se digiere muy rápido. Es ideal para alimentar el cerebro y el cuerpo a primera hora del día.
- El polen le añade aminoácidos esenciales: todos los que necesitas para formar tus proteínas. Tomado así, con la fruta, se asimila de maravilla.
Si no eres muy amigo de la fruta, es una
manera deliciosa de tomar muchas frutas variadas y del tiempo. A los niños les
puede encantar. Muy pocos se resistirán a esta mousse cremosa y homogénea con
un sabor casi tan dulce como las chuches. Toda una delicatessen y un chute de salud para tu cuerpo.
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