viernes, 16 de noviembre de 2018

Cuando los dientes hablan...

Esta semana voy a ceder la palabra a una gran profesional, y una gran amiga. Se trata de la doctora Victoria Castañeda, dentista de profesión y de vocación, como ella misma cuenta. Es una artista en su trabajo, que siempre busca la excelencia y, sobre todo, mira a sus pacientes como a personas completas, con un enorme cariño y humanidad.

Recientemente estuvo invitada en la 11ª Feria de Alimentación y Salud, celebrada en Balaguer, donde impartió una conferencia sobre odontología integrativa que hoy quiero compartir, por su amenidad y su interés. 

La digestión empieza en la boca


¿Cómo no hablar de la boca, cuando buscamos una excelente digestión? ¡Allí empieza todo! Y no sólo se trata de elegir lo que comemos, sino de cómo lo ingerimos. Una buena salud bucal es un buen fundamento. He aquí algunos datos.

¿Sabéis que la boca, como el intestino, tiene una flora o microbiota bacteriana? ¿Y que tan importante como el equilibrio en la flora del colon lo es el de la flora bucal? Bocas secas, pastosas, lenguas sucias o cubiertas de pátina, mal aliento, llagas, encías sangrantes... todo esto puede delatar un pésimo estado de la microbiota oral. Y esto afectará a nuestra digestión y a toda nuestra salud.




El estado de los dientes no sólo puede causar problemas de masticación, sino malas posturas, desequilibrio de los huesos y contracturas musculares. Muchos dolores en otras partes del cuerpo (espalda, rodillas...) pueden ser debidos a un problema dental.

Los dientes también nos pueden indicar otros problemas de salud, desde una alimentación inadecuada hasta problemas circulatorios y del sistema nervioso.




El buen mantenimiento de nuestra boca no sólo depende de una higiene correcta y de ir al dentista una vez al año, sino de lo que hacemos cada día. Una buena alimentación es todavía más importante que el cepillado.

Así lo comprobó el dentista Weston Price, que a finales del siglo pasado emprendió una expedición por todo el mundo para estudiar diversas tribus y grupos humanos que vivían en condiciones ancestrales. Descubrió que, pese a desconocer el cepillo de dientes, gozaban de una salud bucal espléndida y tenían unas dentaduras de cine... En la página web  de su fundación podréis ver algunas fotos y vídeos. ¿El secreto? Su estilo de vida y, especialmente, su alimentación. ¡Cero comida procesada y refinada!

Las caries y las enfermedades periodontales (de las encías) no sólo son el resultado de comer mucho azúcar, sino de otros factores de la dieta, y del mal estado del cuerpo en general. Una disbiosis intestinal, por ejemplo, puede repercutir en la salud bucal.

¿Sabíais que por las raíces de las muelas pasa un nervio importantísimo que se ramifica por toda la cara y el cráneo? ¿Y que un problema en un molar puede llevar a trastornos como una sinusitis o una migraña recurrente?

Escuchad la conferencia sobre Odontología integrativa y aprenderéis esto y muchas más cosas.

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