Esta semana voy a ceder la palabra a una gran
profesional, y una gran amiga. Se trata de la doctora Victoria Castañeda,
dentista de profesión y de vocación, como ella misma cuenta. Es una artista en
su trabajo, que siempre busca la excelencia y, sobre todo, mira a sus pacientes
como a personas completas, con un enorme cariño y humanidad.
Recientemente estuvo invitada en la 11ª Feria de Alimentación y Salud, celebrada en Balaguer, donde impartió una conferencia sobre odontología integrativa que hoy quiero compartir, por su amenidad y su interés.
La digestión empieza en la boca
¿Cómo no hablar de la boca, cuando buscamos
una excelente digestión? ¡Allí empieza todo! Y no sólo se trata de elegir lo que
comemos, sino de cómo lo ingerimos. Una buena salud bucal es un buen
fundamento. He aquí algunos datos.
¿Sabéis que la boca, como el intestino, tiene
una flora o microbiota bacteriana? ¿Y que tan importante como el equilibrio en
la flora del colon lo es el de la flora bucal? Bocas secas, pastosas, lenguas
sucias o cubiertas de pátina, mal aliento, llagas, encías sangrantes... todo
esto puede delatar un pésimo estado de la microbiota oral. Y esto afectará a
nuestra digestión y a toda nuestra salud.
El estado de los dientes no sólo puede causar
problemas de masticación, sino malas posturas, desequilibrio de los huesos y
contracturas musculares. Muchos dolores en otras partes del cuerpo (espalda, rodillas...) pueden ser
debidos a un problema dental.
Los dientes también nos pueden indicar otros
problemas de salud, desde una alimentación inadecuada hasta problemas
circulatorios y del sistema nervioso.
El buen mantenimiento de nuestra boca no sólo
depende de una higiene correcta y de ir al dentista una vez al año, sino de lo
que hacemos cada día. Una buena alimentación es todavía más importante que el
cepillado.
Así lo comprobó el dentista Weston Price, que a
finales del siglo pasado emprendió una expedición por todo el mundo para
estudiar diversas tribus y grupos humanos que vivían en condiciones
ancestrales. Descubrió que, pese a desconocer el cepillo de dientes, gozaban de
una salud bucal espléndida y tenían unas dentaduras de cine... En la página web de su fundación podréis ver algunas fotos y
vídeos. ¿El secreto? Su estilo de vida y, especialmente, su alimentación. ¡Cero
comida procesada y refinada!
Las caries y las enfermedades periodontales
(de las encías) no sólo son el resultado de comer mucho azúcar, sino de otros
factores de la dieta, y del mal estado del cuerpo en general. Una disbiosis
intestinal, por ejemplo, puede repercutir en la salud bucal.
¿Sabíais que por las raíces de las muelas pasa
un nervio importantísimo que se ramifica por toda la cara y el cráneo? ¿Y que
un problema en un molar puede llevar a trastornos como una sinusitis o una
migraña recurrente?
Escuchad la conferencia sobre Odontología integrativa y aprenderéis esto y muchas más cosas.
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