miércoles, 8 de noviembre de 2017

Qué hace la fibra en nuestro colon

Para esta entrada me baso en una conferencia del doctor Milton Mills impartida en California en febrero 2016 (ver aquí en youtube).

En una digestión normal, la comida pasa unas dos horas en el estómago, otras dos horas en el intestino delgado y el bolo que queda pasa... ¡doce horas en el intestino grueso! ¿Qué hace tanto tiempo ahí? ¿Qué pasa en nuestro colon? Ahora lo veremos.

En el colon es donde habita nuestra gran colonia de bacterias y otros bichitos: son más habitantes que células tenemos en todo el cuerpo. Todas las fibras que nosotros no podemos digerir son alimento para las bacterias. ¡Y las  bacterias tienen mucho trabajo! De ahí el largo tiempo que el bolo alimenticio pasa en el colon.

Una farmacia natural en el colon


¿Qué hacen estas bacterias? Además de comer fibra, segregan diferentes sustancias por fermentación, en especial los llamados ácidos grasos de cadena corta. Estos ácidos son imprescindibles para nuestra salud.

Uno de ellos es el butirato. Es el alimento perfecto para las células del colon, para mantenerlas sanas y en buen funcionamiento. Además, tiene un efecto antiinflamatorio en las células T del sistema inmune.

Otro producto de la fermentación bacteriana es el propionato, que inhibe una enzima que produce colesterol, sin los efectos adversos de los fármacos. El propionato también reduce la producción de glucosa en el hígado, igual que un fármaco anti-diabetes.

Otro ácido graso de cadena corta, el acetato, optimiza el almacenamiento de glucosa en las células, con lo cual el cuerpo obtiene más energía, el cerebro está feliz y no te dan ataques de hambre entre horas.

La fermentación bacteriana produce compuestos indispensables parar formar neurotransmisores, las sustancias que comunican las células nerviosas. Hasta el 90 % de la serotonina y el 50 % de la dopamina del cuerpo humano se producen en el intestino grueso.

Protección contra el cáncer


Además, la fermentación de fibra activa los fitoestrógenos y lignanos. Se ha comprobado que el cáncer de mama se reduce en las mujeres que toman mayor cantidad de lignanos y en los hombres disminuyen los marcadores de PSA (riesgo de cáncer de próstata). El consumo de fitoestrógenos de la soja reduce el riesgo de cáncer de mama y próstata. Esto es porque el hígado, al detectar los fitoestrógenos vegetales, libera unas enzimas que los envuelven, como si fueran hormonas liberadas por los órganos sexuales, y reduce su nivel en sangre. Y se sabe que a menor nivel de hormonas, menor riesgo de cáncer de mama o de próstata.

Las bacterias que producen estos fitoestrógenos los hacen biodisponibles. Son las bacterias asociadas a las dietas ricas en fibra y basadas en alimentos vegetales.

Cuando no tomas suficiente fibra, ¿qué sucede?


La mucosa intestinal se reduce y adelgaza. El intestino se vuelve más permeable de lo normal. Las bacterias oportunistas migran por la sangre y producen inflamación. Las bacterias “buenas” disminuyen. Aumentan las bacterias que producen putrefacción (no fermentación). Estas colonias no son tan capaces de producir neurotransmisores, como el GABA, la serotonina y otros.

Las toxinas inflamatorias, producidas por las bacterias “malas”, penetran en la sangre por la mucosa permeable del intestino. Estos residuos bacterianos se encuentran también en la comida cruda y en la carne cocinada. El cocinado no destruye las toxinas. Una sola comida rica en grasa animal induce la absorción de estas endotoxinas.

El intestino inflamado puede producir depresión. Se han estudiado los niveles de lipopolisacáridos o LPS (marcadores de inflamación) en grupos de personas sanas y personas depresivas y se ha visto que las depresivas mostraban un nivel casi tres veces mayor de LPS. Cada vez hay más estudios que muestran una relación entre enfermedades psíquicas y una mala salud intestinal.


¿Conclusiones? Nuestro intestino no sólo asimila nutrientes, es una auténtica farmacia natural y un laboratorio que nos aporta sustancias necesarias para la buena salud. Eso sí, a los químicos de esta farmacia (las bacterias) hay que alimentarlos bien. Y su alimento estrella es... ¡la fibra! Fibra buena y natural, como vimos en la anterior entrada. Un cambio dietético aumentando nuestra ingesta de fibra puede hacer maravillas en nuestra salud, sin necesidad de fármacos.

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