En este blog aúno dos de
mis grandes pasiones: la salud y la literatura. ¿Letras y salud? ¿Qué tienen
que ver?
Si eres una persona
que ha estado enferma de cuerpo y herida de alma, la literatura es una gran
medicina. Leer consuela... ¡Escribir es sanador! Y cuando dejas de ser una paciente pasiva y
empiezas a tomar las riendas de tu vida descubres que hay un mundo por explorar
y que la salud humana es un campo donde florecen muchas ciencias y hallazgos
impresionantes.
Hace tiempo comencé a
escribir unas notas destinadas a una doctora amiga para resumirle la epopeya de mi salud digestiva, desde la niñez hasta la
actualidad. Esas notas se alargaron. Le tomé gusto a la «historia de mi
barriga» y finalmente de allí salió un libro que pronto verá la luz: Digerir la vida. Este blog quiere ir un
poco más allá. En un libro lo escrito, escrito está. Un blog es un diario abierto
y en evolución que crece cada día y permite que los lectores también formen
parte de él. En este blog compartiré, además de mis experiencias, todos los
conocimientos que he ido adquiriendo en un largo camino en busca del bienestar
digestivo. ¡Y que no ha terminado! Espero con ello ayudar a otras personas que
también sufran problemas digestivos.
Quizás como tú, lector,
he pasado décadas de mi vida sufriendo molestias digestivas, algunas leves y
otras más graves, hasta llegar a las puertas del quirófano. El ardor de
estómago, el vientre inflado, los episodios de cólicos alternados con
estreñimiento y las indigestiones se llegaron a convertir en el pan de cada día.
Llegó un momento en que decidí tres cosas.
Una: no resignarme.
Dos: conocerme mejor y entender qué ocurre en mi barriga, y por qué.
Y tres: atreverme a cambiar lo que fuera necesario para
vivir en paz con mi vientre y disfrutar de la vida. Porque convendrás conmigo
que las malas digestiones crónicas no sólo te hacen daño y minan tu salud:
pueden arruinar la felicidad a cualquiera.
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