Más posibles causas de malestar en el intestino delgado.
Celiaquía y sensibilidad al gluten
Cada vez son más las personas que sufren
alergia o intolerancia al gluten. La alergia produce una reacción muy violenta,
la intolerancia puede dar síntoma más leves, digestivos o autoinmunes, o no dar
casi síntomas. En todos los casos, el elemento ofensor es el gluten, proteína
presente en el trigo y en casi todos los cereales.
El gluten produce una inflamación y va
destruyendo el tejido intestinal, provocando desnutrición y otros problemas.
Los análisis de sangre detectan esta enfermedad, pero a veces no son
suficientes. Muchas personas que no son celiacas tienen sensibilidad
a otros
componentes del trigo, como las gliadinas, en especial las de grupo sanguíneo
0. ¿Cómo saberlo? Deja de tomar pan, pasta y toda clase de cereales y alimentos
que contenga harina durante una semana. En seguida notarás si te encuentras
mejor. En algunos casos, la simple eliminación de estas proteínas resuelve el
problema.
Otros problemas
El intestino delgado puede verse afectado y
lesionado por otras causas: desde la toma de antibióticos hasta una situación de estrés. El estrés altera todo el sistema digestivo y el funcionamiento de los
intestinos. Algunos fármacos, como el famoso Ibuprofeno, pueden provocar
hiper-permeabilidad intestinal en cuestión de horas. Entre ellos se cuentan
muchos antiinflamatorios no esteroideos, antidepresivos, medicamentos para el
dolor, para el colesterol, la hipertensión... Ya puedes imaginar que, con la
cantidad de fármacos que solemos tomar, con receta o sin ella, la mayoría de
personas que nos medicamos tendremos un cierto grado de permeabilidad
intestinal. ¡Para no hablar del estrés!
Otros problemas más graves pueden ser los
pólipos, las hernias y el cáncer. En estos casos, además de dolor y diarreas,
se suele detectar sangre en las heces.
¿Cómo saberlo?
¿Cómo saber si tu problema está en el
intestino delgado? Como es una zona tan profunda y los intestinos grueso y
delgado están ocupando la misma cavidad puede ser un poco difícil de averiguar.
Hay varios síntomas que te pueden poner en alerta, pero siempre va a ser
necesario confirmar el problema con algún tipo de análisis o prueba médica:
casi siempre una ileoscopia o una exploración con cámara microscópica. También
hay algunos tests de aliento y orina que pueden revelar fermentaciones,
híper-permeabilidad intestinal e intolerancias.
Si tus molestias se dan al cabo de dos o tres horas
después de comer y tienes gases, hinchazón y diarreas alternadas con
estreñimiento, es fácil que el foco del problema esté ahí, en tu intestino
delgado.
Con las tres entradas sobre el intestino delgado he querido resumir mucha información, explicada de forma elemental. Más adelante iré ampliando algunos temas. Por ahora, ¿te suena algo de todo esto?
¿Reconoces alguna situación de riesgo en tu caso? ¿Te haces una idea de lo que
puede estar pasando en tu intestino delgado?
Si tus síntomas persisten en el tiempo, no
juegues más con tu salud. Vete al médico, pide que te hagan pruebas y sal de
dudas cuanto antes.
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